Qué es el baby botox
El baby botox consiste sencillamente en la inyección de microdosis de botox, es decir, utilizar mucha menos cantidad de la que se usa habitualmente en los tratamientos con toxina botulínica tipo A, previniendo en edades más tempranas la formación de arrugas en el rostro. El resultado es una tez mucho más uniforme que sigue manteniendo su expresión natural, consiguiendo un efecto muy suave y natural en las zonas donde comienzan a aparecer surcos.
Sin embargo, debemos recordar que la toxina botulínica no es nada nuevo. Empezó a usarse en medicina en 1980 y es una proteína que relaja la musculatura. Realmente su uso bloquea los impulsos nerviosos y minimiza la contracción muscular, lo que hace que las líneas de expresión y arrugas se suavicen hasta desparecer.
Podemos considerarlo un tratamiento con efecto flash, ya que a los 3 días ya se empieza a notar que las arruguitas finas de expresión (entrecejo, patas de gallo)… empiezan a difuminarse.
¿En qué consiste el tratamiento?El bótox se inyecta con una aguja muy fina en los músculos del rostro cuya actividad es excesiva, para relajarlos, difuminar y prevenir la aparición de arrugas de expresión o suavizar las arrugas estáticas. No es necesario usar anestesia, no deja cicatrices y es un procedimiento ambulatorio con el que el paciente se puede reincorporar inmediatamente a su vida normal.
Puede aplicarse en la frente, la conocida como «arruga de león» entre los ojos y en el centro de la frente, en las llamadas ‘patas de gallo’ en el ángulo de los párpados y las líneas de vejez en los ángulos de los labios.
Para obtener resultados naturales y evitar desastres como los que hemos visto en alguna ocasión en las revistas protagonizados por muchas famosas es imprescindible que el médico que hace la infiltración tenga profundos conocimientos de anatomía facial y que sepa cómo hacer una correcta administración del producto.
La duración del efecto depende de cada paciente, pero lo habitual es entre cuatro y seis meses, momento en el que suelen remitir los resultados y se aconseja repetir el tratamiento para potenciar los buenos resultados, ya que la toxina actúa también a medio plazo ‘educando’ a los músculos para que se contraigan con menos fuerza y se suavicen las arrugas.
Alrededor de los 30 años, el Baby Botox se emplea para prevenir y evitar la formación de arrugas en vez de corregirlas cuando las líneas de expresión ya están marcadas.